miércoles, 9 de octubre de 2013

Jamilena: El sendero de Sierra bermeja, la naturaleza reclama su territorio. Por la Protección de la Sierra Sur de Jaén

Uno de los principales problemas de la Sierra Sur de Jaén y una de las razones que nos impulsan cada día a más personas a pedir la protección de esta zona de Jaén, en el recién nacido "Movimiento24N", es lo gratuito que muchas veces resulta dañar al medio ambiente y lo desprotegidos que se encuentran muchos entornos privilegiados de esta parte de la provincia.

Jamilena desde las alturas
Parque eólicos, contaminación, escombreras y canteras son muchos de los problemas cotidianos a los que se enfrenta desde hace años la Sierra Sur.


Hoy os voy a hablar de uno de esos casos, que nos va a llevar a conocer la localidad de Jamilena.

Desde hace varias décadas, en este pueblo junto al vecino Torredonjimeno, se desarrollo una intensa labor minera en una de las laderas de la Sierra de la Grana. Tras muchos años de actividad, la maldita crisis económica puso punto y final a esta cantera y a la cementera del pueblo vecino.


Pero la huella de tal empresa, quedara por muchos siglos presente. 

A un kilómetro escaso de Jamilena, en dirección a Martos nos encontramos con la entrada a dicha cantera, hoy día cerrada aunque se están realizando importantes labores para transformar todo el complejo minero en una zona turística, recreativa y en un Museo de la Minería, que recuerde tantos años de trabajos aquí realizados.


Desde este punto, surge un sendero recientemente señalizado que intenta reparar el gran daño ecológico producido y recuperar todo el entorno para los amantes de la naturaleza.

El sendero comienza en la misma fabrica e inicialmente circula bajo la cantera mostrando el enorme "bocado" que el hombre le ha dado a esta montaña. Podremos darnos cuenta también, que la naturaleza es muy sabia y que ya se ha puesto en marcha por volver a poblar lo que fuera una ladera de bosque mediterráneo. 

Imagen que da buena cuenta del "bocado" a la montaña
Entre los olivares van surgiendo encinas, coscojas, algún matorral y entre todo esto aparecen una de las primeras construcciones que el ser humano realizo en la historia. Pequeñas chozas de piedra, recuperadas como muestra de la actividad ganadera que junto a la agricultura, estuvo siempre ligada a nuestra tierra.



Al poco el sendero desemboca en un carril, que antes del cierre de la cantera se utilizaba para el trasiego de las camionetas que transportaban la roca que de aquí se extraía.


El camino serpenteante para intentar evitar la gran pendiente que toma esta parte de nuestra ruta, nos va dejando nuevos puntos de vista de la cantera, además de comenzar a convertirse en un mirador que nos muestre tan hermoso paisaje que rodea a este macizo serrano.


No sin esfuerzo iremos coronando la cima que continua siendo el antiguo camino, en este caso menos transitado al no llegar a explotarse la zona alta de la montaña. 


Entre los roquedales que nos encontramos, podremos ver que varias parejas de águilas han hallado su hogar y desde aquí, podremos disfrutar de las vistas de gran parte de la campiña olivarera, de Jamilena, y de las cumbres vecinas de Torredelcampo y Martos.


La cima de la cantera, antiguo camino de vagonetas

Aquí concluirá esta ruta, para comenzar otra esta vez ya en el termino municipal de Martos, del que os hablare en la próxima edición.


Una ruta diferente no cabe duda, de un lugar curioso para el visitante y de como la naturaleza, siempre termina reclamando lo que es suyo.


miércoles, 2 de octubre de 2013

Fuensanta de Martos, historias de agua y tradiciones centenarias. Por la Protección de la Sierra Sur de Jaén

Regresa ya, el otoño y con el vuelven las lluvias, para llenar de vida nuestros campos sedientos tras el periodo estival.

El tiempo corre sin pausa y se siguen dando pasos por la Protección de la Sierra Sur de Jaén. Hoy volvemos a hacer parada en uno de sus hermosos pueblos, para descubrir algunas de las maravillas de Fuensanta de Martos.


Enclavado en un terreno accidentado, sobre las faldas de un cerro y regado por el Río de la Virgen, (conocido en la antigüedad como el valle de la Fuen-Santa o Fuente Santa) Fuensanta de martos es un pueblo muy curioso por la multitud de miradores que ofrece y también por las tradiciones milenarias que en el tienen lugar.


A la vera del río, poco caudaloso normalmente (aunque en alguna ocasión de fuertes lluvias, a producido tremendos destrozos en el pueblo) se celebra la fiesta más grande y famosa de Fuensanta: Los Pasos, donde desde hace varios siglos se representa la pasión y muerte de Jesucristo de manera muy realista, envolviendo de un halo mágico todo el parque y el paraje del calvario. 


Son miles de personas las que visitan Fuensanta de Martos para asistir a esta impresionante recreación famosa en toda Andalucía.



Y el entorno lo merece, a parte del citado sendero del Calvario, allí mismo encontramos uno de los símbolos del pueblo, la Fuente de la Negra,  manantial fundamental para la formación del pueblo en cuyo interior se encuentra la imagen protectora de la Virgen, rodeando y bendiciendo las cristalinas aguas de esta fuente.




A pocos metros, el histórico lavadero. Utilizado hasta hace bien poco, conserva toda su esencia social de lo que fue un punto de encuentro indispensable años atrás.


Y finalmente la Iglesia de Nuestra Señora de la Fuensanta, de estilo renacentista cuyos orígenes se remontan al siglo XVI y a día de hoy, es la mayor joya patrimonial de esta pequeña villa calatrava, cuya iglesia y población dependieron de Martos hasta 1835 en la que se independizo por orden real.



Junto a la iglesia, nos topamos con el Ayuntamiento, moderno edificio construido a finales del siglo XX .


Desde aquí, podemos iniciar una ruta para disfrutar de la naturaleza y los múltiples miradores que ofrece al visitante. Siguiendo el curso del río, sin apenas alejarnos de las casas fuensanteñas surge un sendero señalizado que al poco nos lleva hasta el Despeñadero, impresionante monumento natural formado por una gran mole rocosa con una pared vertical. En los alrededores surgen varias cuevas y abrigos que sin duda forman uno de tantos lugares de la Sierra Sur donde el ser humano busco cobijo y entorno al cual, siguen existiendo multitud de leyendas de tesoros escondidos y almas en pena.

El Despeñadero, desde sendero del río
Desde la cima de tamaña formación rocosa, uno puede dejarse llevar entre los olivares y roquedales que rodean la localidad, disfrutando de las vistas que nos asaltan a cada paso.


Iglesia y Ayuntamiento, desde los cerros cercanos a Fuensanta

Algunas como muestran las imágenes, os dejaran sin aliento...

Impresionantes vistas desde la cima del Despeñadero

jueves, 26 de septiembre de 2013

Los Villares: La cueva del contadero y los cortados de la Veleta. Por la Protección de la Sierra Sur de Jaén

Nos despedimos del verano y al comienzo de la estación otoñal seguimos con la mente puesta en EL DÍA D, para la Sierra Sur de Jaén que es el 24 de noviembre, fecha en la que si todo sale bien, comenzara la andadura de la Plataforma Ciudadana por la Protección de la Sierra Sur de Jaén.


Y hoy de nuevo, vuelvo a hablar sobre otro lugar de este Necesario Parque Natural, lleno de magia y donde poder disfrutar de la grandeza de la madre naturaleza.

Nos vamos a Los Villares, para explorar La cueva del Contadero y Los cortados de la Veleta.

Una ruta que al igual que la anterior, no necesita de un gran esfuerzo físico, pero que nos brinda unas vistas formidables, que quitan el hipo y a mas de uno le obligara a mirar nuestra sierra con otros ojos.

Imponente precipicio
La ruta comienza en la carretera que une la localidad con Valdepeñas de Jaén, desde las ultimas casas de Los Villares. Inicialmente nuestros pasos irán acompañados por los olivares próximos al pueblo, aunque a medida que vamos tomando altura, estos dejan paso a zonas de pastos y a los primeros riscos que de las alturas villariegas.



Tras un paseo, que como digo apenas si requiere esfuerzo físico, nos iremos acercando a la Cueva del Contadero, una serie de abrigos que coronan el paisaje de los Villares, que antaño formaban un santuario serrano, hoy como tantas cosas en esta sierra, transformado en un redil para cabras...



La pared de la roca, llena completamente de oquedades y cuevas (muchas de ellas con restos de pinturas rupestres) a las que se solo se puede acceder escalando, forma un conjunto muy vistoso, hoy habitado por aves rapaces y ranas que pueblan los abrevaderos de la zona.



Desde allí, caminando bajo los abrigos rocosos llegamos a la cima de la montaña en la que nos topamos con un paisaje karstico que nos va conduciendo hasta los impresionantes cortados de la Veleta, una zona NO APTA para niños ni para personas que sufran de vértigo.



Y llegamos a unas formidables paredes de roca vertical con varios cientos de metros de caída, que son un gran lugar para la fotografía (quien se atreva a fotografiar claro) y una atalaya donde aparece una visión completa de Los Villares, el entorno de Otíñar, la Peña de Martos e incluso se deja ver también por allí, el Castillo de Santa Catalina de Jaén.

Castillo de Santa Catalina asomando tras los olivares
Vista completa de los Villares

A nuestros pies, muchos metros mas abajo, vemos el lento discurrir del río Eliche que algunos kilómetros mas abajo se encajona formando los impresionantes Cañones del Puente de la Sierra de los que os hable recientemente, dejando buena muestra, del afán excavador de este río a lo largo de los milenios.



A espaldas de este enorme precipicio, la montaña se muestra mas amable y el matorral, acompañado con algunas zonas boscosas, nos invitara a volver en otra ocasión y visitar estos riscos habitados sin duda por los antiguos jaeneros desde hace milenios, que estuvieron en contacto con la multitud de cuevas y abrigos decorados con pinturas rupestres, que abundan por todos estos contornos.

Vistas de las Sierra de Otíñar

Un entorno único, una excusa perfecta para una caminata que nos descubre otra de las maravillas de esta Sierra eterna.



martes, 17 de septiembre de 2013

La Sierra de Ahillos, modesta y hermosa. Por la Protección de la Sierra Sur de Jaén!

Como ya he dicho en varias ocasiones, uno de los motivos que me llevo a poner en marcha este blog, fue el mostrar las maravillas que tenemos en la Sierra Sur de Jaén, que se conociera y se valoraran, para despertar consciencias sobre la necesidad de que fueran protegidas, ya fuese con la figura del Parque Natural o cualquier otra.

Caseta contra incendios con Castillo de Locubín detras.
Pues bien, el sueño de una figura de protección para la Sierra Sur de Jaén renace y en Facebook va surgiendo con fuerza un grupo de personas cada vez mayor, que apoyan esta idea y la creación de una Plataforma Por la Protección de la Sierra Sur de Jaén.


Y como siempre, a mi me gustaría poner mi granito de arena, para que este gran proyecto llegue a buen puerto y que tanto cuanto tenemos en esta parte de Jaén, sea conservado al menos tal y como esta hoy en día.

Y dicho y hecho me pongo en marcha, para contar para propios y extraños alguna de las maravillas de esta serranía, que ojala como digo comienze su camino para la protección institucional.

Y hoy os muestro uno de estos lugares maravillosos.

Hoy nos vamos a la frontera entre Martos y Alcaudete para visitar la Sierra de Ahillos.

Una sierra, como casi todo en esta tierra proclamada " de romances y leyendas" en la que corre una vieja historia, de moros huyendo del castillo de Alcaudete conquistado por los Castellanos, que enterraron en sus entrañas un enorme tesoro.Un tesoro que según cuentan apareció hace algunos años, en forma de vasija llena de monedas del periodo almohade.

Sierra calcárea plagada de oquedades que pudieron albergar el legendario tesoro nazarí
Sea cierta esta historia o no, la realidad es que la sierra de Ahillos es un autentico tesoro, como atalaya y como refugio de fauna y flora. Un monte mediterráneo de interior, donde el antiguo encinar cedio paso a las plantaciones de pino de repoblación que aun conserva manchas de matorral , salpicados por cortijos y olivares.

Para subir a dicha sierra, debemos tomar la carretera comarcal JV-2214 que comunica Alcaudete con las pedanías marteñas de Villarbajo y Las Casillas.

A unos 8 kilómetros de ambos destinos, llegamos a una zona de llanos donde surge una pista forestal que rápidamente comienza escalar la sierra.

Comienza la ruta
La senda no tiene perdida alguna, y gana altura sin cesar, dirigiendo nuestros pasos rodeando la sierra.

Pinar, salpicado de encinas. La Acamuña al fondo
Cortados y riscos asoman entre algunas umbrías que surgen a nuestro paso entre los pinares. Mientras ganamos altura, los pinos ceden terreno a la vegetación de montaña y la pista forestal termina en una caseta contra incendios convirtiéndose primero en un sendero de cemento y en las cotas mas altas, en una senda de tierra que en alguna ocasión se esconde caprichosa entre los peñascos que coronan la montaña.

La Caracolera surge entre el pinar
Del cemento...
...al sendero
En la cima del Ahillos, a 1452 metros de altura nos topamos con un vértice geodésico que sirve de improvisada zona de observación de tanto y tanto como surge ante nuestros ojos.

Llegando a la cima
A pesar de que podríamos decir, que este pico calizo no es muy alto, desde su cima surgen unas vistas preciosas. Primero de su vecina Sierra de la Caracolera y de Martos tras ella. 

La Caracolera se queda pequeña, Martos al fondo
La vecina Sierra de Caracolera
A nuestras espaldas, Alcaudete, hermosa con su castillo calatravo.

Vistas de Alcaudete
Mas lejos las localidades vecinas de Castillo de Locubín, Fuensanta de Martos o la pedanía de Venta del Carrizal. Junto a estas muchas de las cumbres de la Sierra Sur: La Pandera, La Grana, Peña de Martos, Acamuña y a lo lejos, las cumbres de Sierra Nevada y las Sierras Subbéticas.

Castillo de Locubín, junto a la Acamuña
Fuensanta de Martos, la Pandera, la Grana...
Un hermoso y amable balcón a esta sierra, muy valorado también para los amantes del parapente y del paramotor, que lo usan frecuentemente como trampolín para disfrutar de este entorno maravilloso.

Venta del Carrizal
Una sierra humilde podríamos decir,como las gentes que la poblaron y aun viven en ella, cuyo ascenso no supone un gran esfuerzo físico, pero que si gustara por tanto cuanto encontraran a su paso.


Naturaleza, historia y paisajes que proteger para este Paraíso Interior, llamado Sierra Sur de Jaén.