jueves, 6 de noviembre de 2014

Jaén, la Provincia Mágica. La otra historia del Santo Reino

No sé si será por la cantidad de libros de misterio que recientemente he leído, por las fechas santas de estos días o porque realmente este tema siempre captó mi atención y casi nunca me había dedicado a escribir sobre él, pero la realidad es que tenía muchas ganas de escribir esta entrada.

Y sé muy bien que este es un tema espinoso cuanto menos, que mucha gente no creerá en él...

Sé también que son numerosos los temas que hoy voy a tratar y que los lugares son muy distantes entre ellos ...

Que mientras que en algún lugar son hechos físicos y/o demostrables los que nos vamos a encontrar, en otros son sensaciones...historias...

Y quedará algún lugar en donde lo "especial" del mismo, sea una extraña sensación...quizás sea simple magia...quizás sea el latido de la tierra que antaño sentían los hombres prehistóricos y con los siglos perdimos...o quizás sea el peso de la historia...

Solo sé que esta historia debía contarse, pues existe otra historia bajo la historia contada, llámenlo intrahistoria o como quieran, pero simplemente querido/a lector/a piensa una cosa:


¿ Qué hace, que este mar de olivos; que esta encrucijada de caminos sea el lugar con mayor concentración de fortalezas y castillos del mundo ? ¿ Simple casualidad ? ¿ Estrategia ? 

O quizás quede algo más...

"tenemos todas las respuestas delante de nosotros...ahora...solo tenemos que entenderlas..."



La Sierra Santa: entre Noalejo y la Hoya del Salobral

Una sierra perdida y olvidada por muchos...antaño poblada por numerosas cortijadas, hoy apenas queda un alma por esta sierra virgen y desconocida.

De aquellos núcleos rurales sobreviven un puñado de ellos...y entre tanta despoblación, llama poderosamente la atención que una aldea atraiga diariamente a cientos de personas que en ocasiones son millares.


Se llama Hoya del Salobral, es una pedanía de Frailes casi en la línea que separa Jaén de Granada. Enclavada en una depresión natural, mal comunicada y escondida es un lugar de peregrinación conocido internacionalmente, por una persona que pasó a la historia conocido aquí como El Santo Custodio.

Un hombre normal, que tras una experiencia traumática comenzó a realizar obras excepcionales, en un tiempo difícil para España como era la posguerra. Por toda España, comenzó a conocerse la historia de este hombre, capaz de sanar a las miles de personas que se acercaban hacia él, simplemente soplando, pidiéndoles que bebieran agua de un manantial cercano o realizando algún masaje.


Los lugares en los que vivió y frecuentó, son hoy un centro de peregrinaje en mitad del entorno rural. La Cueva donde rezaba, la roca donde descansaba (hoy brillante de tantas personas como se tumban en ella) la fuente donde bebía agua y su casa son visitadas anualmente por miles de personas.

Un hombre cuya historia en el lugar no fue única, pues a escasos kilómetros en otra pequeña cortijada llamada Cerezo Gordo, vivió otro hombre llamado por todos El Santo Luisico del que cuentan los oriundos del lugar que fue el que "dejó la gracia" a Custodio.

La sorpresa es mayúscula entre muchos al conocerse, que la tumba de este Santo Humilde se perdió con el paso de los años sin que nadie logre dar con ella.


En cambio, el Santo Custodio descansa a día de hoy en la localidad de Noalejo, en la frontera con Granada, cuya tumba en la actualidad es otro lugar de peregrinaje por miles de personas que incluso se acuestan junto a su tumba, buscando la sanación.


La Ruta de los Milagros: Ventas del Carrizal

Resulta cuanto menos curioso que este rincón de la provincia, de los más olvidados y menos desarrollados hasta hace bien poco, sea lugar de Santos y milagros.


En el tiempo en el que España vivía apartada del mundo tras la Guerra Civil, donde las privaciones y la pobreza eran el pan de cada día para muchos ( que por entonces casi no tenían ni pan ) surgió otro hombre prodigioso, en el corazón de una pequeña aldea.

Por todos fue conocido como El Santo Manuel. Un hombre, que a pesar de haber vivido recientemente no existen fotografías a excepción de una, pues todo aquel que trataba de retratarle se encontraba con la sorpresa de hallar la fotografía velada.

Se cree que fue el sucesor del Santo Custodio y que fue el último santo de la Sierra Sur de Jaén. Su vida transcurrió en esta parte de Jaén, donde de nuevo, sin pedir nada a cambio como había ocurrido con Luisico y Custodio se dedico a la curación de toda aquella persona que se acercara hasta él.


Siempre sanaba repitiendo "Dios querrá, Dios querrá", mientras imponía sus manos o soplaba.


Su casa en una pequeña aldea de Castillo de Locubín llamada Los Chopos es visitada diariamente por miles de personas al tiempo que su tumba, que se ubica en Ventas del Carrizal, otra pedanía muestra una estampa de flores sea la época del año que sea.


La Línea Mágica: Jaén

Si hablamos de una provincia "especial" su Capital por tanto, no podía ser menos...

Jaén, una ciudad habitada desde hace milenios guarda multitud de "secretos".

El primero, es la existencia de una Línea...llámese Mágica, Telurica o Ley que cruza toda la ciudad de Jaén atravesando lugares y parajes curiosos.

Aunque algunos no crean esto, la verdad es que numerosos monumentos de Jaén aparecen puestos en fila quizás de forma casual o propiciada. Pero consultando un mapa, podemos ver cómo, comenzando desde el Cerro Perulera, habitado desde la prehistoria, pasa esta Línea sobre el Raudal de la Malena ( con su leyenda del lagarto ) la antigua Iglesia de San Bartolomé, Iglesia de San Juan, la Catedral de Jaén (que ocupa el solar de un antiguo e importante dolmen ) sale de Jaén y continua sobre Los Cañones y el Cerro del Frontón (plagados de pinturas rupestres ) el Dolmen del Cerro Veleta, los Petroglifos del Barranco de la Tinaja y termina en el Castillo Templario de Otiñar...


Mucha casualidad, que engloba tantas construcciones y lugares marcados en la historia de Jaén.


Una ciudad plagada de historias y leyendas en cada rincón: El padre Canillas, la posibilidad de que la Mesa de Salomón estuviera oculta en la ciudad, los aparecidos del Palacio de los Velez, la Casa del Miedo, los tesoros ocultos de la Judería, la Mona de la Catedral, el monstruo de la Fuente de la Peña, son tan solo algunas de las muchas historias que habitan esta ciudad, plagada de lugares "olvidados" como el propio entorno de Otiñar, donde uno no se siente solo... a pesar de estarlo, al recorrer estos parajes perdidos...


                    ¿ Alguna vez estando a solas...has sentido que alguien estaba contigo...?


El Castillo de las Oraciones: Giribaile

En el antiguo camino que comunicaba la provincia de Jaén con las tierras de la Mancha, lugar de batallas y refriegas a lo largo de los siglos, se construyó un castillo.

Formidable fortaleza que gobernaba un extenso y rico territorio y que desde la cual se pueden ver muchos kilómetros a la redonda.

Fue un lugar donde cuentan las leyendas, llegaron a pasar importantes tesoros y riquezas y cuya finalidad traspasó el simple cometido de defender el territorio.

                            "soy el señor de Giribaile, no me muero ni de sed ni de hambre"


Construido sobre un gran cerro rodeado de importantes cortados y precipicios, este lugar con anterioridad a la Reconquista ya fue un lugar señalado de oración y recogimiento. En la pared de la roca en época visigoda se comenzaron a excavar una serie de habitáculos, que se conectaban entre sí, formando un auténtico laberinto en el interior de la tierra.


Los antiguos freires que ocuparon este lugar llegaron a crear un lugar impresionante, mítico, mágico y esotérico, donde son muchos los historiadores que afirman, que nada estaba dejado a la improvisación...


Ya sea en el interior de estas "cuevas" bautizadas como Cuevas de Espeluca o ya sea visitando los muchos lugares habitados desde hace milenios...cuando uno visita este lugar...es casi capaz de escuchar, el rumor de los rezos inundando este paraje perdido...


Oraciones perdidas entre olivares: Oratorio Rupestre de Valdecanales

Muy cerca de Giribaile, encontramos otro lugar perdido en la historia y probablemente relacionado con el mismo.


Entre Canena y Úbeda, enclavado eso sí en el término de Rus encontramos este milenario oratorio perdido...

Y digo perdido sin temor a equivocarme, pues no es fácil encontrar este espacio histórico. Cercano a una antigua carretera olvidada que une los pueblos citados anteriormente, escondido entre los olivares se encuentra esta Iglesia primitiva de origen visigodo.


En este lugar, a pesar de que casi nunca se llega a encontrar un alma, queda muy presente la presencia del hombre, en multitud de rocas y corredores esculpidos junto al propio oratorio.

Han pasado muchos siglos desde que los antiguos freires se marcharan de aquí y sin embargo el lugar sigue empapado de espiritualidad, por llamar de algún modo, a la persistente sensación de estar observado, que uno siente cuando se adentra en el interior de este refugio sagrado.


El Gran Misterio: Bélmez de la Moraleda

El misterio español por excelencia.


Enclavado en el corazón de Sierra Mágina, se encuentra esta localidad donde un buen día, hace ya 40 años surgió el misterio, del suelo de la cocina de una humilde casa de la localidad.


En el mismo lugar, actualmente siguen esas extrañas imágenes conocidas por medio mundo. Esos extraños rostros humanos que surgen del suelo del cemento de la casa, en el mismo sitio de donde llegaron a extraerse huesos humanos y que hasta el día de hoy, nadie ha conseguido darle una respuesta satisfactoria a su origen.


Muchos son los polemizadores y negacionistas de este fenómeno...pero sin duda, algo debe de existir para atraer desde hace décadas la atención de tantas personas a este rincón de Jaén...hoy incluso musealizado.


La energía de la Tierra: Sinagoga del Agua

En el centro histórico de Úbeda, al lado de la Iglesia del Salvador y del famoso Parador de Turismo, pero pasando desapercibida entre el soberbio conjunto histórico de la Úbeda, Patrimonio de la Humanidad, encontramos esta parcela de historia arrancada del olvido.


Unas obras para la construcción de un alojamiento turístico sacaron a la luz este lugar, que conforme avanzaba la excavación fue mostrando, que era parte de la antigua Judería de Úbeda.

Con la recuperación de dicho espacio, salió a la luz una antigua Sinagoga donde la fuerza de la naturaleza se dejaba sentir de nuevo después de muchos siglos.


Una estancia plagada de conexiones con la cabala, con el numero 7 ( 7 pozos, 7 peldaños, palmeras con 7 ramas ) donde las aguas subterráneas que emergen de antiguos pozos llenan con su murmullo la estancia, cuyo epicentro termina en el Mikve o baño ritual, excavado en el lecho de la roca madre ubetense, del que emergen aguas en constante movimiento.


Un lugar visitado en el medievo para el renacer del espíritu de aquellos que se bañaban en sus aguas y que hoy guarda toda su esencia recuperada.


El Santuario Milenario: Cueva de la Lobera

Hace miles de años, los antiguos moradores de la Península Ibérica, descubrieron este lugar y su extraña conexión con la Madre Tierra.


Algo atraía a los hombres y mujeres hacia este lugar y muchos a pesar de que por aquel entonces, los medios de transporte eran enormemente limitados, recorrían importantes distancias para visitar este lugar sagrado que comenzó a acumular miles de exvotos de todos aquellos fieles que lo visitaban.



Probablemente pueda afirmarse que estos abrigos o cuevas, son uno de los Santuarios Ibéricos más importantes conocidos a día de hoy y aunque aquellos exvotos fueron dispersándose a lo largo de la historia, ha quedado más que demostrado que en las entrañas de la tierra, de este rincón del Norte de Jaén, los humanos llegaron a sentir algo, que hoy pasa desapercibido para nosotros.


Un relajante rincón de paz, capaz de transportar al que lo visita, miles de años atrás en el tiempo.


Las Tumbas de los Principes: Toya

Quien conozca la cultura del Antiguo Egipto, tal vez encuentre cierta relación con este lugar de Jaén.

Toya, una pequeña pedanía a las puertas del "Desierto de Jaén" una zona subdesértica que ocupa parte del sur de la provincia. A orillas del Río Toya, se encuentra una antigua necrópolis funeraria de una antigua dinastía íbera asentada en Jaén. ( Egipto-desierto-Río Nilo-dinastías egipcias milenarias- construcciones funerarias )


En el pasado siglo XX, se encontró de forma fortuita por un labriego, la entrada a una estancia subterránea que tras el estudio arqueológico y posterior excavación resultó ser, una cámara funeraria donde reposaron las cenizas de un príncipe íbero junto a los restos de su ajuar.


De todos era sabido ya la presencia de los íberos en Jaén, pero esta construcción llamó y llama poderosamente la atención de todo aquel que la visita.

Pero la cosa no terminaba aquí...años más tarde, se cree que por la presencia de unas extrañas luminarias aparecidas no muy lejos de aquí, en unos cerros cercanos a la pequeña pedanía de Peal de Becerro, Hornos de Peal, se encontró otra cámara sepulcral excavada en la roca donde reposaban los restos de un matrimonio fallecido hace milenios.


Dos pequeñas poblaciones, conectadas con la historia desde tiempos inmemoriales, por una dinastía perdida en el tiempo.


El Legado del Shem Shemaforash: Arjona

Esta población medieval enclavada en mitad de la campiña jienense lleva desde hace unos años llenando miles de páginas de numerosos libros y novelas.

Su rico patrimonio histórico guarda multitud de secretos y curiosidades que atraen a no pocos curiosos para conocerlos.


Comenzando por el edificio del  Ayuntamiento, en cuyo patio, casi escondida a la vista, se encuentra la Lápida Templaria, una arcaica losa de mármol labrada con símbolos cabalísticos que aguarda y atesora, el secreto del Shem Shermaforash, el nombre secreto de Dios que jamás debe ser nombrado y que quedó escrito en una mesa sagrada por el Rey Salomón.

Pocos metros de este curioso símbolo, encontramos una estancia del propio ayuntamiento, que nada tiene que envidiar a las estancias de la Alhambra de Granada. Entre oficinas y salas de reuniones, sorprende una Sala Neomudéjar trasladada desde la antigua mansión del Marqués de Velasco, un personaje ocultista y misterioso.


En la zona alta del pueblo, apartada de la vista nos topamos con la Piedra de la Luna o de los Deseos, se cree que proveniente de la Catedral de Jaén, que pudo ser la peana de la Virgen del Soterraño y que según cuentan "es muy fértil" y son muchos los que llegan hasta ella para pedir deseos.

Junto a esta, el Santuario de las Santas Reliquias. Construido junto a un cementerio excavado en el siglo XVI, donde surgieron miles de cuerpos que habían sido martirizados en época romana por su cristianismo y que a día de hoy, descansan en un Huesario en el interior de esta iglesia, que se cree, pudo ser construida a imagen del Templo de Salomón.


Y para terminar, la Cripta del Marqués de Velasco. Construida bajo la Iglesia de San Juan, entrar en este mundo de ultratumba, es descubrir una construcción plagada de símbolos masónicos ( el numero 8 invertido aparece por doquier, como símbolo masónico del infinito ). Una cripta neobizantina, con un Pantocrátor que observa toda la sala, cuyas paredes doradas alcanzan hasta el techo y cuyos nichos están bloqueados por las figuras de la Fe, la Esperanza y la Caridad.


La Montaña Sagrada: Peña de Martos

Pocos son los que a los pies de la Peña de Martos, conocen la importancia y la historia de esta mole de piedra.

Una montaña singular, que merecería un capitulo aparte. Una montaña que muchos le darían un origen sobrenatural...

Dicen los expertos geólogos, que esta montaña se formó hace millones de años, bajo las aguas del prehistórico Mar de Thetis. Cuentan también, que esta montaña formaba parte de un enorme bloque de piedra, y que en un momento dado, se fracturó y comenzó a ser arrastrada por las fuerzas de la naturaleza durante 9 millones de años hasta quedar enclavada en el lugar en el que hoy se encuentra...


Cuentan las leyendas, que fue el Semi Dios Hércules, quien fundó o creó esta montaña, como la Tercera Columna de Hércules.

Se sabe, que desde entonces dicha montaña quedó dedicada al culto de Hércules y que varios templos se construyeron en su honor.


Con la llegada de las legiones romanas, la montaña fue de nuevo dedicada al culto del Dios Romano Marte y  aquellos primitivos templos cambiaron para adaptarse al nuevo culto ( siglos más tarde, los mismos emplazamientos sagrados, son ocupados por los templos más importantes de la ciudad, Santa Marta, San Bartolomé y el Santuario de la Virgen de la Villa )


Con la llegada de los árabes, la montaña y la ciudad alcanzaron gran importancia estratégica y tras no pocas batallas, fue conquistada por los cristianos que la convirtieron en la más importante plaza en esta parte de Castilla. Fue entregada a los Caballeros Calatravos, los cuales llegaron a hallar un importante tesoro e incluso podrían haber ocultado la Mesa de Salomón y en la cima de la montaña construyeron su Castillo-Convento principal.

Cosas curiosas se han encontrado a lo largo de los tiempos en esta montaña. Ya en el siglo XV se hablaba del hallazgo de "tumbas con inscripciones egipciacas o latinas" y desde hace siglos, existe la creencia de que en el corazón de esta montaña sagrada, la que fuera la Plaza más importante de la Orden de Calatrava guarda una cueva secreta, la Cueva de Hércules, plagada de misterios y secretos...




Y aquí termina este viaje por la otra cara de esta provincia...esperando que todos estos misterios...os animen a visitar esta tierra...que seguro dejará buena huella en vuestros corazones....


De vosotros depende el descubrirlo...

miércoles, 22 de octubre de 2014

Ruta por los Miradores de Martos. Mil paisajes escondidos.

Saludos,amig@s!

Antes de nada, toca pedir disculpas pues este verano no he podido escribir ni la mitad de lo que me hubiese gustado y tenía pensado; a veces el trabajo y demás ocupaciones nos absorben en exceso y olvidamos dedicar el suficiente tiempo a estos placeres de la vida.


Con la llegada del otoño y a la espera de esas lluvias salvadoras que devuelvan la vida a nuestros sedientos campos y olivares reinicio el viaje por Jaén, después de un verano de récord para este blog que en solo 3 meses ha recibido más visitas que en varios años.

Hoy para empezar con fuerzas me quedo en casa. Sí, hoy de nuevo quiero hablar de mi terruño, de mi querido Martos y quiero escribir sobre algo que ya he referido en alguna ocasión.

Y es que esta ciudad bimilenaria asentada sobre esta Tercera Columna de Hércules que es la Peña de Martos, tiene un trazado urbano más que peculiar debido al entorno en el que se asienta que proporciona entre muchas cosas, una enorme cantidad de miradores que ofrecen mil visiones y paisajes diferentes de esta ciudad olivarera.

Y como he dicho ya en varias ocasiones, lamentablemente la gran mayoría de estos miradores son unos grandes desconocidos y no me cabe duda alguna, que en otro lugar con mayor visión del patrimonio  y con mayor preocupación por atraer al turismo se habrían convertido en una ruta turística urbana que podría hacer las delicias de turistas, fotógrafos, pintores y un largo etc.

Pues esto mismo es lo que me planteo hoy. Hoy vamos a pasear, a dejarnos llevar por esta ciudad para conocer sus secretos y disfrutar la multitud de paisajes que nos ofrecen en esta Ruta de los Miradores.

Pero lo vamos a hacer mirándonos a nosotros mismos con ojos nuevos, con la curiosidad casi de un niño e imaginando que somos un hipotético visitante que llega a nuestra ciudad. Podemos imaginarnos llegando a Martos desde la autovía, donde preside el paisaje nuestra peña y se asoma tímidamente nuestra Torre del homenaje. Puesto que como turista nuevo no conocemos la ciudad, decidimos aparcar en el amplio aparcamiento del cementerio, donde ya sorprende las vistas de una pequeña porción de nuestra ciudad.



Como ciudad autoproclamada por muchos cuna del olivar, discurrimos por los olivares que se asientan en todo el Cerro de la Fuente de la Villa. Olivares que ocupan un paisaje hasta hace bien poco cultivado de cereal, del que quedan aún pequeñas parcelas y que hace que todos los olivos que nos rodean sean muy jóvenes.


Entre árbol y árbol, la Peña nos vigila altanera coronada desde siglos por su corona mural, desvencijada tristemente por los siglos y los detalles van surgiendo.


El histórico barrio de la Fuente de la Villa comienza a aparecer formando una imagen curiosa. Cualquiera diría que estamos en un pequeño pueblo de montaña y que estamos viendo la totalidad de la población, ya que el resto de Martos se encuentra oculto tras la mole imponente de la Peña y del Cerro de la Villa, coronado también por un castillo adaptado a la estrecha y roquera cima del mismo.

Abandonando el olivar, descendemos hasta un antiguo barrio hoy desaparecido bautizado como " El Cerro" donde la visión del Barrio de la Cornacha aumenta. 


Entre viejos paños de muralla, que protegen huertos urbanos cultivados desde hace siglos y que antaño cerraban esta parte de la ciudad medieval podemos ver imponentes casonas, que cuentan historias de pasados lujos y riquezas. 

Podemos ver el campanario de Santa Marta adornando el horizonte y presidiendo la escena, la Plaza de la Fuente de la Villa junto a la Iglesia de San Amador, Santo Patrón de la ciudad que llegó a caminar por esta ciudad hace muchos siglos.

Recorriendo el Cerro, nuestros ojos van descubriendo nuevos detalles de las murallas que se agarran a las laderas del cerro de la Villa donde sobresalen numerosas torres escondidas entre la frondosa vegetación del cerro.




Observando la belleza de este barrio histórico, uno de los primeros en construirse extramuros de la ciudad medieval, comenzamos a descender hasta la citada Plaza de la Fuente de la Villa...pero casi instantáneamente nos topamos con una nueva visión. El camino ancho, antigua vía pecuaria donde se encuentran un pequeño grupo de casas que ocupan una sola acera, muestra otra cara diferente del que aún parece una pequeña ciudad de montaña, coronada por numerosos campanarios de iglesias y conventos.




El discurrir por el popular Camino Ancho, nos lleva hasta una zona nueva de esta ciudad y en este punto podemos darnos cuenta, de que los dos castillos que la protegen parecieran en este punto abrazarse, al tiempo que rivalizan entre sí para ver quién es el más poderoso e importante.


Tornando al barrio antiguo, el paseo nos arrastra hacia un pequeño parque perdido en las laderas de la Peña conocido por muchos por El de la Cuesta del Lavadero. Y en la cima de dicha cuesta un nuevo mirador, que esta vez nos muestra la visión opuesta de este barrio, que parece está repartido entre cerros y cañadas que seguramente antaño estuvieron surcadas por cursos de agua.



Y observándonos impasible e impresionante a nuestras espaldas, la formidable pared de roca de la Peña de Martos, retándonos a escalar a su cima donde se asienta una fortaleza antaño inexpugnable.


Ascender hasta la cima de esta montaña, es coronar uno de los más importantes miradores naturales de esta parte de la provincia, adornado con mil leyendas y una enorme carga histórica. Desde aquí  se puede observar una enorme extensión de terreno, que no solo abarca toda la Sierra Sur de Jaén, sino también cimas de Granada, Córdoba e incluso algún lejano pueblo de Despeñaperros y Sierra Morena. Casi toda la poblacion marteña se puede ver desde esta atalaya donde cuenta la leyenda que fueron despeñados dos hermanos por orden real, que terminaron arrastrando a un rey a la tumba por orden divina.



Al regresar a la ciudad, bajando por la vertiginosa pendiente que mira hacia la Plaza de la Constitución, llegamos a viejos barrios olvidados, con nombres que nos recuerdan una vez más, que ingresamos en la ciudad medieval. En la Calle de la Peña, cercana al Arco Ventosilla ( una antigua puerta de la muralla, donde se conoce, debía hacer correr mucho viento ) casi olvidado, encontramos un antiguo solar de una casa, un balcón con unas vistas privilegiadas de toda la Plaza de la ciudad, del campanario renacentista de la Real Parroquia de Santa Marta, junto a la Antigua Cárcel y Cabildo. Lástima que tan digno mirador, goce de tan poco conocimiento e importancia.


Perdidos por las tortuosas callejuelas que se dirigen hacia la Plaza, podemos ver las Torres del Castillo asomando sobre el caserío, vigilando desde hace siglos.


Y llegamos al centro neurálgico de la ciudad, y nos acercamos hacia el Mercado de Abastos, que tras la reconstrucción de este añejo edificio ofrece desde la azotea una panorámica hermosa e histórica, rodeada de huertos, campanarios, murallas y casonas con importantes escudos nobiliarios, escondidos por la desidia y el desconocimiento bajo capas de cal.






De tanto ver el Castillo de la Villa, nos dirigimos hacia el mismo, primero para conocer la portentosa Torre del Homenaje, obra calatrava que se alza reconstruída y majestuosa, cual Torre del Oro del olivar y que ofrece desde su cima un importante mirador, de toda la Peña con la que estuvo comunicada directamente hace siglos, de las casas que se derraman por las laderas de la montaña, y ofrece al tiempo vistas de las traseras de antiguas mansiones elegantes, en las que sorprende la aparición de aves exóticas, pues más de una avestruz cuellilarga se puede ver asomando por las tapias de los patios.




Sin movernos un ápice del recinto amurallado, aunque a día de hoy se encuentra invadido por el caserío que lo ocupó a mediados del siglo XX, podemos visitar dos miradores más.



El primero, en la hoy amplia plazoleta presidida por dos grandes palmeras, que antaño se encontraban situadas en los patios de un gran edificio que ocupaba todo este solar. Desde aquí, la vistas hacia la Peña, el casco antiguo con la Plaza, el Convento de las Trinitarias y las antiguas murallas que cerraban esta parte de la ciudad copan nuestra vista.




Y a tan solo unos pasos, el mirador del Santuario de la Virgen de la Villa, asentado en un extremo de la muralla del castillo que ofrece una impresionante estampa de toda la ciudad: del barrio del Llanete, de la Fuente Nueva y del desaparecido Cinema Olimpia, de la Avenida de San Amador directa hacia la Estación del Tren y de todo el mar de olivos marteño.




Y entre las murallas, nuevos paisajes ofrecen otros nuevos miradores, a los que se acercan muchos marteños y visitantes para conocer tan dignos miradores rodeados además de historia.



Abandonando la ciudad amurallada y recorriendo parte de los barrios que fueron surgiendo tras la expansión de la ciudad fuera de las murallas, paramos primero en una calle de nombre singular, Vereda Ancha, con un mirador escondido y desconocido por muchos marteños mientras nos dirigimos al "barrio de las flores" como muchos los llaman, para conocer la Calle Madera, peculiar calle plagada de terrazas que adaptan las casas al desnivel de la zona, adornados todos con multitud de flores y plantas que hacen más especial, las vistas de que se vislumbran de la ciudad desde esta zona.


Algo más arriba, el popular Paseo del Calvario. Construido según consta en el arco que preside el espacio, en los "felices años veinte" y rodeado por un lado por la milenaria peña (que deja ver en esta zona de la ladera inscripciones romanas) y por otro, la visión de gran parte de la ciudad nueva, de los olivares y sierras circundantes, muchos de ellos a decenas de kilómetros de distancia.


Acercándonos ya al final de nuestro periplo marteño, bajamos a la zona nueva buscando el teatro, escondido entre la vegetación del Parque, desde cuya entrada podemos deleitarnos con la vista de todo el conjunto histórico de la ciudad, presidido por la Peña, montaña cada día más popular, ya que son muchos los que se acercan a su cima para saltar en parapente y disfrutar de Martos a vista de pájaro.






Tras estas impresionantes vistas cedidas por Jesús González Gallardo llegamos al final de nuestro paseo marteño, a sabiendas que son muchos los lugares que quedan en el tintero...para una próxima ruta