Quien
nos iba a decir que con la histórica sequía que estábamos sufriendo iba
a llegar unas semanas de lluvias constantes para salvarnos y medio
arreglar la situación.
Nuestros
campos manan vida, nuestros arroyos y ríos bajan repletos aunque no
cabe duda que debe seguir lloviendo para que nuestros embalses y
manantiales se repongan y broten de nuevo los últimos.
Aún
así, es un momento magnífico para disfrutar del gran medio ambiente que
tenemos en Jaén y acercarnos a nuestras cascadas y saltos que en estos
momentos están espectaculares.
Es
un buen momento para visitar nuestras fuentes, esas fuentes hoy tan
olvidadas por la comodidad que nos ofrece el agua corriente (todo un
lujo que no sabemos apreciar) y que siguen ahí, hablándonos, contándonos
historias e incluso leyendas que atañen a pueblos enteros.
Esta fuente se encuentra a las afueras de Alcaudete, ya en dirección a la Sierra de la Caracolera y Las Casillas de Martos.
Vecina a la Ermita de la Virgen de la Fuensanta, este manantial recibe su nombre del arabe "Armunia" que vendría a significar algo como huerta grande o hermosa.
Siendo uno de los manantiales más grandes del municipio, muy posiblemente su uso en el pasado fue mucho más extenso que el que tiene en la actualidad.
Hoy por hoy, podemos ver como el agua surge de las entrañas de la tierra desde una pequeña covacha, que irrumpe en un gran pilón donde se aprecian los arranques de varias columnas que indican que antiguamente el lugar pudo estar cubierto y formar un lavadero.
Tras pasar el gran pilón, las aguas llegan a un gran estanque donde además del agua, rebosa la paz, que acoge tanto a los muchos visitantes que se acercan al lugar como a la variada fauna que en ella se refugia con numerosas especies de aves y de vegetales.
Vecina a la Ermita de la Virgen de la Fuensanta, este manantial recibe su nombre del arabe "Armunia" que vendría a significar algo como huerta grande o hermosa.
Siendo uno de los manantiales más grandes del municipio, muy posiblemente su uso en el pasado fue mucho más extenso que el que tiene en la actualidad.
Hoy por hoy, podemos ver como el agua surge de las entrañas de la tierra desde una pequeña covacha, que irrumpe en un gran pilón donde se aprecian los arranques de varias columnas que indican que antiguamente el lugar pudo estar cubierto y formar un lavadero.
Tras pasar el gran pilón, las aguas llegan a un gran estanque donde además del agua, rebosa la paz, que acoge tanto a los muchos visitantes que se acercan al lugar como a la variada fauna que en ella se refugia con numerosas especies de aves y de vegetales.
En verano además, tras recientes reformas, es uno de los lugares más frecuentados del pueblo, puesto que al encontrarse apartado del pueblo (que se calienta en verano) y al estar muy cercano a estas frescas aguas, se convierte en un oasis donde podemos encontrar zonas recreativas, merenderos y su propio bar.
En definitiva, un lugar donde el agua es protagonista y el disfrute de la naturaleza se vuelve un lujo al alcance de todos.
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