Cada cierto tiempo, me gusta aventurarme fuera de nuestro Paraíso Interior, de nuestro Jaén al que tengo dedicado este blog, para descubrir algunas de las maravillas cercanas que tenemos.
En alguna ocasión he podido escribir sobre algún lugar de Granada o de Córdoba y hoy me vais a permitir aventurarme por tierras manchegas, nos vamos de viaje al norte de Jaén, a la vecina Ciudad Real para descubrir un entorno único en España y Europa.
Hoy visitamos el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera.
Para encontrar Lagunas de Toba diferentes de las que hoy tratamos, deberíamos cruzar medio continente europeo hasta llegar a Croacia, solo en aquel lejano país podríamos encontrar un ecosistema similar al que hoy visitamos.
Un espacio natural enorme formado por 15 lagunas, de las que hoy solo vamos a visitar unas pocas ya que escribir sobre todas, llevaría muchísimo tiempo y espacio.
En el Valle del Guadiana Viejo, encontramos este vergel al que comenzaremos a visitar desde la localidad que le da nombre, Ruidera enclavada en la orilla de la Laguna del Rey.
Desde aquí podremos iniciar nuestra ruta, bordeando siempre la orilla de estos grandes lagos donde la naturaleza muestra todo su esplendor con cantidad de bosques de rivera y fauna acuática, que varía desde numerosas especies de aves acuáticas a gran cantidad de peces.
Conforme caminamos, podemos descubrir que las lagunas están divididas entre ellas por paredes de roca de Toba, que van cerrando una tras otra las lagunas, comunicándolas entre si por cascadas y canales erosionados por la potencia del agua.
Continuando nuestro camino llegamos a la Laguna de la Colgada, de las de mayor tamaño que encontraremos en nuestro caminar y de las mas visitadas del parque, en cuyas orillas abundan los establecimientos rurales y campings.
Impresionantes son las paredes tobaceas que rodean y encierran esta gran masa de agua que forman en muchos casos "balcones" de roca colgante e impresionantes son tambien las cascadas que se producen al escapar el agua por un pequeño recoveco de las rocas, que forman unas imágenes espectaculares.
No dejamos un minuto de sorprendernos en nuestro recorrido por las lagunas y en varias ocasiones nos acompañaran curiosos compañeros de viaje, muchos de ellos acostumbrados ya a la presencia de los humanos y que han encontrado en estos un filón para completar su dieta, siempre pendientes de cualquier migaja de pan que se les pueda ofrecer.
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| Inesperados compañeros de nuestro camino |
Llegamos a la segunda parte de nuestro viaje.Nos despedimos de las grandes lagunas que hasta ahora habíamos descubierto y llegamos a la Laguna de Batanas, la primera de un grupo pequeño de lagunas en sucesión.
El proceso se repite de nuevo, nuevas cascadas nos saludan a nuestro paso y en verano, a pesar de que el caudal del río que alimenta las lagunas baja, estas cascadas se convierten en toboganes para los intrépidos que se adentran en sus aguas, no carentes de peligro, puesto que aunque aparentemente las aguas de las lagunas parecen calmas desde fuera, llevan una importante corriente.
Continuamos llegando a la Laguna del Santo Morcillo, rodeada de nuevo por restaurantes y alojamientos rurales y es que estamos en una de las zonas mas visitadas por los turistas de la Mancha Húmeda.
Y terminaremos por hoy en la Laguna Salvadora, teniendo los ecos de los nombres de la Cueva de Montesinos o del castillo de Peñarroya en nuestra mente presentes para próximas expediciones en las que continuaremos conociendo este enorme ecosistema acuatico.
Pero antes de marcharnos y regresando al punto de inicio de nuestra ruta, cerca de la localidad de Ruidera, nos acercamos a la Cascada del Hundimiento, una Cascada bautizada por el hundimiento de una porción de pared de toba se cree que en 1545, que es otra visita obligada antes de marcharnos de este remanso de paz.
Una curiosidad natural de la que todo el mundo habla en estas épocas lluviosas y de la todo el mundo queda cautivado, una vez la han conocido.
Volveremos!
Dedicado a mi gran amigo Bartolomé Arcas, que me descubrió este gran lugar!
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