viernes, 23 de febrero de 2018

La Puerta y el Molino de Martos en Córdoba

Saludos amigas y amigos.

Muchas veces acostumbrados a los callejeros de nuestros pueblos y ciudades, contemplamos absortos los nombres de nuestras calles y avenidas sin pararnos a pensar ni un momento, en que los nombres de los mismos muchas veces esconden historias singulares que no debieran pasar inadvertidos para nadie. 

Un ejemplo de ello lo encontramos en la vecina Córdoba Capital, donde en la orilla misma del gran río andaluz, encontramos la Puerta de Martos y el Molino de Martos.


Es curioso que a más de cien kilómetros de distancia, encontremos toda una capital de provincia nada menos, con calles y edificios que hablen de la Ciudad de la Peña.

 


Si nos interesamos del por qué de este nombre podremos descubrir que la Puerta de Martos en Córdoba formaba parte de la muralla de la ciudad, muy cerca de la Axerquía, (arrabales de la Córdoba musulmana) y que fue llamada así, tras la conquista de Córdoba por el Rey Fernando III el Santo y entrar por allí los soldados y milicias del concejo de Martos: "llamada así porque por ella entró Álvar Pérez de Castro y demás valerosos cristianos de aquella población que concurrieron con San Fernando a la conquista de Córdoba".

La conquista de Córdoba por Fernando III, Mezquita-Catedral
 
Esta puerta estuvo situada en un rincón de la muralla, frente al Molino de su mismo nombre, por lo que era una puerta de bastante tráfico. Fue casi destruida por el terremoto del Lisboa, y demolida posteriormente. 
 
 
Y así, aquel singular rincón de la Córdoba de los omeyas, quedo marcado por siempre, por el paso de aquellos infantes venidos de una lejana ciudad por entonces, que había sido reconquistada décadas antes y que precisamente por su paso a manos cristianas y posición estratégica, ayudó tanto a la caída de la ciudad de Córdoba y de Jaén.

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