domingo, 13 de marzo de 2016

El Yacimiento Íbero de Puente Tablas, un viaje a los ancestros

Por fin llegó uno de los momentos más esperados para el mundo de la cultura y del patrimonio en nuestra provincia. 

Mientras esperamos la apertura del Museo del Arte Íbero que ojalá que por fin se inaugure este año como se prevé y ponga a nuestra provincia como el referente en arte íbero que es, El Viaje al Tiempo de los Íberos acaba de incluir un nuevo espacio a su recorrido, pero no uno cualquiera.

Se trata de uno de los yacimientos más importantes y que lleva muchas décadas siendo excavado y estudiado y que un servidor, llevaba ya muchos años deseando visitar.

Hoy nos quedamos en las afueras de Jaén Capital para descubrir el Yacimiento íbero de Puente Tablas.

Para disfrutar de este yacimiento tenemos que desplazarnos a poco más de 5 kilómetros de Jaén. 

El lugar fue descubierto en los años 70 del pasado siglo y constituye uno de los yacimientos más importantes de este periodo en nuestro país. Se encuentra adecuado con aparcamiento y un Centro de Interpretación, pero yo realizaré esta visita al contrario, primeramente visitando el poblado íbero y finalizando en el Centro de Visitantes.


Este yacimiento comenzó a ser poblado a partir del siglo IX a.C. aprovechando la cercanía de la Vega del Río Guadalbullón, que hace siglos se inundaba periódicamente, formando una zona muy rica para la explotación agraria.


El pequeño Valle del Guadalbullón y Jaén al fondo, oculta tras la calima
Es entre los siglos IX y VIII a.C. cuando comenzó a establecerse un poblado de cabañas circulares que se fue extendiendo por toda la superficie amesetada del yacimiento. Sobre estos cimientos comenzó a construirse el poblado fortificado u oppidum entre el VII y III a.C.


Así empezaron a alzarse los poderosos Muros y Contrafuertes que hoy se encuentran parcialmente excavados y reconstruidos que podemos contemplar nada más llegar al yacimiento.




En uno de los extremos de los contrafuertes, se encuentra la Puerta del Sol y el Santuario de las Cuevas.
Dicha puerta comenzó a ser construida en el V a.C.


Se trata de un espacio cargado de simbolismo y magia, puesto que en el centro de ella se encuentra una estela de piedra parcialmente tallada que representa una diosa de la fertilidad que tiene representados la cabeza y los brazos en torno al vientre materno.


En los equinoccios de Otoño y Primavera esta diosa recibe un baño directo de rayos solares al amanecer formando todo un espacio ritual, marcando el calendario solar que estaría asociado al agrícola y formando el rito del encuentro entre los dioses.


Junto a la puerta y a la diosa se encuentra el Santuario, donde se cree que pudo estar cobijada esta diosa durante ciertos periodos. Está formado por varias terrazas donde se realizarían ofrendas y sacrificios de los que han sido hallados numerosos restos de cerdas preñadas.


El Santuario surge en torno a unas cuevas o abrigos rocosos y a su alrededor encontramos varias plataformas con piletas rituales donde se realizarían ofrendas y el ritual del paso al interior del poblado fortificado.


Se cree que en estas cuevas también existieron representaciones divinas, de la resurrección de los dioses, del descenso al inframundo y de purificación del agua que surgía de una de las cuevas, formando un gran espacio de culto que recibiría a tantos visitantes como llegasen al lugar.

Este yacimiento ha recibido varias campañas de excavación, que se iniciaron en los años 70 del pasado siglo y que continuaron en 1982, 1986 y que culminaron por el momento en 2010, cuando surgió la Puerta del Sol y un Palacio Principesco.


En la actualidad dicho Palacio aún conserva una puerta enlosada que da acceso al patio central, que mantiene las bases de 4 grandes columnas y una pequeña canalización para la salida del agua.


Estaría rodeado, por un lado, por un gran almacén y por el otro, por una capilla de culto a los antepasados que separarían la zona pública y privada del palacio. Fuera, encontramos otras estancias añadidas y dependientes del palacio donde se encontraría un lagar, una cocina y su horno.


También podemos encontrar ejemplos del urbanismo de Puente Tablas al toparnos con numerosas viviendas de la llamada Calle 3 en las que se conservan pequeños muretes de adobe. Otro ejemplo es el hallazgo de la vivienda de un aristócrata que se cree, fue de Segundo Rango.



Se sospecha de la importancia del posible ocupante de esta casa, debido a que el tamaño de la misma es muy superior al del resto de construcciones del callejero íbero. En el interior de este palacete se pudo encontrar otro espacio dedicado al culto de las divinidades, un lujo del que solo el príncipe y los jefes del mismo podían disponer.


Para terminar la visita al yacimiento, podemos disfrutar de la impresionante panorámica que ofrecen aún hoy sus murallas, que se encuentran parcialmente excavadas en la cima de este promontorio a la espera de proseguir la excavación a las mismas, puesto que la superficie excavada en la actualidad es muy pequeña.


Llegados a este punto, nos dirigimos al Centro de Interpretación donde podemos conocer un pequeño documental en el que se muestra una parte de la gran historia de este emplazamiento al tiempo que podremos manejar numerosas pantallas explicativas.


En nuestro recorrido conoceremos las distintas paradas que conforman el actual Viaje Al Tiempo de los Íberos y encontraremos explicaciones detalladas del origen del emplazamiento de este yacimiento, mientras descubrimos los secretos del calendario de las cosechas.


Conoceremos que los íberos eran bebedores de vino y de cerveza, al tiempo que apreciaban las joyas, la orfebrería y por supuesto, descubriremos los secretos de su alfarería, de la que nos han llegado numerosos ejemplos de ella en la actualidad.


Viajaremos en el tiempo, conociendo los grandes acontecimientos que se produjeron en nuestra tierra mientras que el Oppidum de Puente Tablas iba creciendo y transformándose.


Y terminaremos acercándonos a la vida diaria de los antiguos pobladores del lugar, a la vida privada de sus hogares, a las diferencias entre clases sociales, a los inventos que surgieron en la época, ya fuera para la paz o para la guerra y en definitiva, Viajaremos al Tiempo de los Íberos que es de lo que realmente se trata.


Terminada la visita, no cabe ninguna duda de que si es la primera vez que nos acercamos a conocer a nuestros ancestros, el cuerpo nos pedirá proseguir el viaje completo por nuestra provincia, y si ya hemos recorrido alguna de las paradas de este periplo por el tiempo, volveremos la vista atrás, con ganas de volver a repetir la experiencia.

El Viaje al Tiempo de los Íberos les espera.

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