Hacía
ya mucho tiempo que quería volver a visitar el norte de nuestra
provincia, para volver a descubrir las maravillas que esconden las Nuevas Poblaciones recostadas en las estribaciones de Sierra Morena.
Y desde hace mucho tiempo tenía pendiente una visita a la Puerta de Andalucía, como es el municipio de Santa Elena, puesto que han sido numerosas las ocasiones en las que he pasado junto a esta hermosa villa en mis viajes a La Mancha y siempre se me había quedado clavada la espina de pasar junto a un lugar de mi querido Jaén y no conocerlo.
Sin pensármelo más me dirigí hace poco hacia este pequeño pueblo con un objetivo definido; visitaría Santa Elena
y me dejaría perder por sus calles como siempre hago, disfrutando de
todos los detalles que me sorprenderían como a un forastero que llega a
cualquier lugar por primera vez. Pero tenía muy claro que quería
detenerme de forma obligada en La Casa de las Órdenes que se encuentra en el mismo centro del pueblo.
Mi
pasión por la historia medieval, mi interés por saber más de aquellos
aventureros medievales que recorrieron medio mundo conquistando y
batallando me impulsó, o tal fue el halo de mis ancestros calatravos el
que me guiase a reencontrarme con los caminos que un día cruzaron los
maestres y caballeros luchando contra los árabes en la que fue la gran
batalla de Jaén y de España: la Batalla de las Navas de Tolosa.
Hoy me voy a centrar en esta casa, dejando pendiente para dentro de muy poco un artículo centrado en Santa Elena.
Quiero
invitaros a descubrir esta casa que no es solo una casa, ya que es
memorial y casi casi un museo, pues son tantos los tesoros históricos
que en ella se guardan, que cualquier museo envidiaría esta colección.
La Casa de las Órdenes se encuentra a escasos metros del centro neurálgico de Santa Elena, casi en la misma Plaza de la Constitución donde se encuentra la Iglesia y el Ayuntamiento.
Llama la atención a primera vista su hermosa fachada de piedra, donde ondea la enseña de la Orden de los Caballeros Ballesteros de la Vera Cruz de Santa Elena,
que son quienes custodian este singular enclave y a los que agradezco
enormemente por mostrarme todos los detalles de este memorial y hacer de
guía.
Nada más acceder a la Casa de las Órdenes, nos saludan todas las enseñas de las antiguas Órdenes Militares que existieron en España y que lucharon en la Batalla de las Navas. La Cruz Calatrava y la de Santiago prevalecen sobre todas las demás claramente, por la importante presencia que tuvieron en nuestra provincia durante siglos.
Estandartes y pendones conviven con antiguas armas medievales como cotas de malla, lanzas y espadas.
Entre
espada y mandoble, encontramos cantidad de vestigios surgidos del campo
de batalla que a pesar de los siglos, siguen apareciendo en cantidad.
Bajo la atenta mirada de grandes guerreros y estrategas militares, podemos encontrar varios premios que la Orden de Ballesteros y esta Casa-Memorial va atesorando a lo largo del tiempo, merecidamente.
La
estancia contigua se alza como capilla con un marcado aire medieval y
es que esta casa se encuentra en el mismo lugar que durante siglos ocupó
una antigua hospedería que daba cobijo a los muchos peregrinos que se
acercaban a este lugar, realizando una ruta que hoy se encuentra marcada
como Itinerario Histórico-Cultural de la Ruta de la Batalla de las Navas, que cruza media Castilla La Mancha y llega a Jaén.
Junto a este humilde altar, curiosamente encontramos también armas y enseres de otra gran batalla de Jaén y de España, que cambió el destino del país y de Europa entera, la Batalla de Bailén.
Esta
Casa-Museo-Memorial se está convirtiendo en todo un contenedor de
sabiduría medieval que va mucho más allá que el puro interés por la
batalla de las Navas y por eso, su biblioteca cada día aumenta en
sapiencia e interés al tiempo que la Orden de Ballesteros crece
igualmente como una familia en torno a un hecho histórico fundamental de
nuestra historia.
Desde
este lugar donde las religiones ayer enfrentadas en la historia, hoy
se abrazan en la paz de tantos estantes repletos y estandartes
resplandecientes, surgen varios senderos históricos y turísticos desde
donde podemos acercarnos al campo de batalla.
Creo sinceramente que todo buen jaenero/a, por no decir andaluz/a o español/a, que realmente se precie de conocer su pasado y su historia, debería visitar este lugar y conocer que fue aquí donde un 16 de Julio de 1212, un ejército aliado cristiano formado por Castellanos, Aragoneses, Navarros y Portugueses comandados por los reyes Sancho VII de Navarra, Pedro II de Aragón, Alfonso VIII de Castilla, Alfonso II de Portugal y Soldados de las Órdenes de Calatrava, Santiago y Templarios se enfrentaron a un ejército que numéricamente casi les doblaba en superioridad, comandado por el califa almohade Muhammad an-Nasir, y contra todo pronóstico, salieron victoriosos.
Algunos me dirán que políticamente a día de hoy no es correcto hablar de esta batalla. Pero la historia es la que es y está para aprenderla y no repetirla, puesto que este lugar es el claro reflejo de que aunque nos ninguneen, Jaén, a lo largo de la historia, siempre fue un lugar marcado a fuego en el corazón de Andalucía y de España.
Y
puesto que en este lugar cambió la historia y de aquí surgió un pacto
que cambió la historia de otros muchos lugares (empezando por la
historia de la ciudad de un servidor, Martos, entregada sin lucha a Fernando III por el Pacto de las Navas) y fue el principio del fin de la Reconquista, os recomiendo encarecidamente que visitéis este lugar y que os sumerjáis en la historia, sin más.
Puesto
que siempre lo digo, no es lo mismo leer la historia en un libro...que
acercarse a la historia misma y tocarla con tus propias manos, haciendo
que este lugar sea desde el momento que lo visites, una parte de ti y
de tu recuerdo.
Si
os apasiona la historia, si os apasiona viajar en el tiempo y tocar
casi con vuestros dedos los grandes hechos históricos que en esta tierra
se produjeron, no dudéis en visitar este increíble lugar. Yo os digo
sin temor a equivocarme que muy pronto volveré y seguiré relatando
tanto como estos cerros y sierras esconden, pues hoy tan solo os he
podido contar una mínima parte.
Muchas gracias por tu post. Sin duda es un lugar de gran interés cultural que voy a visitar. Recientemente he leído "El sanador de caballos" de Gonzalo Giner, y me ha recordado la importancia de esta batalla en nuestra península. Te agradezco los detalles que expones para hacerme una idea antes de visitarlo. Un saludo
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