Saludos amigas y amigos.
Hoy os quiero enseñar un lugar muy especial de mi ciudad,
Martos, que
llevo mucho, pero que mucho tiempo pensando si escribir sobre el y por
fin me he decidido a hacerlo.
Si me seguís por este mi blog, o incluso si habéis venido a alguna de
las rutas guiadas que he realizado, ya sabéis como soy. Llevo ya mucho
tiempo hablando sobre los refugios antiaéreos y demás vestigios de la
guerra civil en Jaén, hablando de las posibilidades turísticas que
tienen este lugares, que son aulas de historia y que muchas veces están
abandonados.
En varias ocasiones he hablado de mi ciudad, de sus más de 50 refugios
antiaéreos esparcidos por su casco histórico, que podrían atraer a
muchas personas interesadas en visitarlos y que de hecho, ya se
interesan por ellos...aunque no es lo mismo visitar un refugio tapiado u
oculto tras una puerta, que entrar en sus entrañas y sentir, poniéndose
en la piel de nuestros abuelos, lo que se vivió en estos lugares
subterráneos.
Pues bien, la mayoría de estos espacios en
Martos tienen un
problema...unos están tapiados...otros son privados y están cerrados.
Lo curioso de todo, es que cuando uno se interesa por alguno de los
privados, nadie quiere saber de ellos, como si fueran lugares malditos
que se quisieran borrar del recuerdo.
Y los tapiados, se encuentran en el olvido, ignorados por todos, sin que
nadie después de 70 años, sepa ya muy bien a quién pertenecen siquiera
(aunque quien quiere saber, sabe, que unos refugios, construidos por
orden del Ayuntamiento, financiados por aportaciones voluntarias del
pueblo y realizados por marteños, que fueron tapiados por el mismo Ayuntamiento años más tarde y que desde entonces nadie a reclamado su
propiedad...solo pueden tener un dueño) aunque haría falta muy poco para
volver a descubrirlos y hacerlos visitables.
Hoy os voy invitar a entrar en uno, de los más grandes y más escondidos de toda la ciudad.
Uno que de tan olvidado y tan prohibido como esta, ha desatado toda una serie de historias y leyendas.
Os invito a conocer el
Refugio Antiaéreo de la Real Parroquia de Santa Marta.
Como podéis comprobar, ni tan siquiera he utilizado imágenes propias de
este lugar, aunque podría haberlo hecho, pero tal es el grado de
oscurantismo que rodea a este lugar, que para ahorrarme problemas he
utilizado las pocas que existen, con permiso de su autor.
Entrando ya en materia, podemos acercarnos a este refugio, que en teoría
fue construido en 1937, cuando la ciudad de
Martos, comenzó a ser
atacada por la aviación nacional tras quedar las tropas franquistas
estancadas en
Porcuna.
Tras estos ataques, la ciudad comenzó a prepararse creando una red de
refugios subterráneos, una red de vigilancia Antiaérea y varias sirenas
antiaéreas colocadas a lo largo de la ciudad, gracias a la acción de la
Defensa Especial Contra Aeronaves.
Puesto que el bando faccioso, se convirtió en adalid y defensor de la fe
cristiana (otra cosa es que luego tomarán las enseñanzas de
Jesucristo a
su manera) en zona republicana, muchas iglesias que habían sido
asaltadas en los primeros días revolucionarios de la guerra, fueron
utilizadas como escudo protector contra los bombardeos, puesto que
existía la teoría de que los franquistas no bombardeaban iglesias (cosa
que luego se demostró que no era cierta) y en torno a estos templos,
comenzó a construirse refugios y todo tipo de infraestructuras para la
guerra.
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La aviación nacional |
En el caso que nos ocupa, la
Iglesia de Santa Marta, tras ser asaltada
en el primer día de la guerra y destruidas las imágenes y expoliado su
enorme patrimonio, fue reutilizada como
Mercado Municipal. Durante
siglos el mercado se había hecho en la
Plaza de la Constitución de
Martos, de hecho, mucha gente mayor cuando habla de ir a hacer la compra
aún dice
"voy a la Plaza".
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El mercado en la Plaza |
Tras la guerra, el antiguo
Convento de las Claras (destruido por la aviación facciosa) pasó a ser el
Mercado Municipal.
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Convento de las Claras, desaparecido bajo las bombas nacionales |
Pero durante la guerra, cuando la aviación comenzó a bombardear y a
ametrallar a la población, el mercado en plena calle se convirtió en un
riesgo que debía evitarse y puesto que el gran templo de
Santa Marta se
encontraba vacío, se reutilizó como mercado.
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Campanario de Santa Marta, convertido en altavoz antiaereo. A la izquierda, escombros de los bombardeos |
El campanario, se utilizó como altavoz antiaéreo, que estaba conectado con vigías de la
DECA.
Y la duda surge cuando se plantea si el Refugio antiaéreo del que hoy
hablamos...fue construido durante la guerra o ya existía anteriormente
con un cometido diferente. No se conocen documentos que hablen sobre su
construcción. Puesto que tan cierta podría ser la hipótesis que habla de
su origen en la guerra (la más probable) como la hipótesis que habla
que podría ser muy anterior y formar parte de algún tipo de pasadizo de
origen desconocido, entrando ya en la leyenda, de los pasadizos que
conectan al ciudad bajo el subsuelo, que podrían ser romanos como han
surgido en varias ciudades andaluzas o medievales y unirían esta iglesia
con el
Castillo de la Villa.
Con la existencia de la
Iglesia como mercado, el
campanario como altavoz
antiaéreo, y
el Refugio, Santa Marta, se convirtió en un pequeño fortín
improvisado que salvó cientos de vidas durante la guerra.
En la actualidad, este refugio cuenta solo con una entrada, en la
Capilla de San Juan de Dios, aunque originalmente tendría 6 que saldrían
a la misma iglesia y que hoy están tapiadas.
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Entrada a la Iglesia, tapiada |
Adentrarse en el, significa recorrer varios recodos que harían de escudo en caso de explosión.
Superado este corto y tortuoso pasillo, llegamos a un largo corredor con asientos para pasar los periodos de refugio.
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Pasillo con tapia moderna, dirección Calle San Pedro |
Hacia un lado, llegamos hacia un pasillo tapiado y rebajado, donde surge
una losa antigua que podría pertenecer a algún tipo de estructura de la
Iglesia antigua. Este pasillo, que posiblemente se encuentre tras el
Altar mayor y Capilla de Nuestro Padre Jesús, acaba, tapiado, en los
peldaños de al parecer una vivienda que podría situarse ya en la
Calle
San Pedro, cosa probable puesto que en esta calle se conoce la
existencia de varios túneles excavados en la roca.
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Pasillo tapiado ¿seguiría hacia la Calle Adarves? |
Por otro lado, el corredor sigue todo el cuerpo de la iglesia y acaba
más o menos en el campanario, también tapiado y según las personas
mayores, al menos enlazaba con el
Convento de las Claras, muy próximo y
hoy desaparecido, lo cual también podría ser posible, puesto que en la
actualidad, a espaldas del Mercado, existe un huerto de las madres
trinitarias, comunicado con el
Convento de las Trinitarias por un
corredor subterráneo.
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Pasadizo de las trinitarias |
En el Refugio, podemos encontrar varios estantes para colocar velas en
los que aún queda la cera quemada desde hace décadas, al tiempo que
existen varios respiraderos.
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Respiraderos. |
La estancia en si, está convertida en almacén de todo tipo de materiales y necesitaría muy poco para recibir visitantes.
Es una verdadera lastima, que tras el acuerdo entre el
Ayuntamiento y el
Obispado, para hacer visitable el Campanario (otro lugar prohibido al
que algunos llevamos la vida intentando acceder sin éxito) no se contemplara
la posibilidad de hacer visitable el Refugio...
Puesto que este lugar, tal como está, con un desalojo de los materiales
almacenados, algunos paneles explicativos y poco más, podría atraer a
miles de visitantes que pagando su entrada, podrían hacerle mucho bien a
esta iglesia, a la historia y al patrimonio de
Martos, como ya ocurre
en
Jaén,
Almería y en tantos sitios donde lugares como este...se han
convertido en minas de oro que no molestan a nadie y que ayudan y mucho.