Algunos además creen que no solo caminos se cruzaban en Jaén, sino que aquí confluían toda clase de corrientes de "energía" que daban lugar a una serie de fenómenos y extrañas coincidencias...entre otras cosas decían los místicos o sabios que por estos lares existían "conexiones" con otros lugares del planeta...pues bien, quizás aquellos locos que creían en lo desconocido tuvieran su pizca de razón.
Hagamos la prueba ...pensemos en Egipto, esa tierra milenaria y desértica que radica en torno a las fértiles vegas del Río Nilo, donde apareció una cultura única, famosa entre otras cosas por sus construcciones funerarias...y volvamos a Jaén.
¿Existe quizás algún lugar parecido? Efectivamente, y salvando las distancias, así es. Tal y como hablé en el anterior post, en la zona que comprende los términos municipales de Larva, Jódar y Peal de Becerro existe una zona semidesértica donde decidió asentarse una importante familia de una cultura milenaria única en la Península Ibérica, los Íberos ,en torno a las pequeñas pero ricas vegas de un pequeño río llamado Río Toya donde construyeron unos recintos funerarios famosos dentro y fuera de nuestras fronteras...¿conexión? ¿comparación odiosa?
Hoy os invito a conocer otra parada en el Viaje al tiempo de los Íberos. Os invito a conocer Peal de Becerro.
Para iniciar la visita y seguir con el itinerario de la ruta, comenzaremos en la pequeña pedanía pealeña de Toya, donde se encuentra la primera parada. Allí encontraremos un aula didáctica donde mayores y pequeños podrán aprender mucho de manera lúdica sobre el yacimiento de la Cámara de Toya y la necrópolis que la rodea.
Este lugar conocido comúnmente como el Cerro del Ahorcado, se encuentra muy cerca del antiguo oppidum de Tugia. Esta necrópolis fue descubierta en 1908, surgiendo una asombrosa cámara funeraria, considerada la más espectacular de toda la arquitectura funeraria íbera.
La Cámara de Toya, tiene una única puerta de acceso y se divide en tres naves erigidas con sillares construidos en seco, sin ningún tipo de argamasa. En su interior se encontró un rico ajuar funerario con varias urnas donde se guardaban las cenizas de los difuntos, un collar, vasos, platos y cráteras con un marcado estilo griego, junto a los restos de un carro de hierro, un casco de bronce, armas y algunas joyas, junto a la llamada "Bicha de Toya": una escultura cuadrúpeda de roca caliza con rostro humano.
Al adentrarnos en la cámara, nos invadirá una sensación única (quién sabe si la misma que invadió a Howard Carter cuando se adentró en la tumba de Tutankamon). Allí dentro, aún se siente el peso de los siglos, de ancestrales cánticos y ritos...todo ello acompañado de la explicación de la guía de esta ruta que nos ayudará a comprender los acontecimientos que se produjeron hace milenios en el lugar.
Muy interesante será la visita también del Torreón de Toya, una atalaya que preside el lugar también de origen íbero donde podremos apreciar unas increíbles vistas del paisaje pealeño.
En el centro, podremos conocer a fondo el Hipogeo de Hornos de Peal, cuya visita en la actualidad no es posible.
Recreación de Hipogeo de Hornos |
Plantas que en épocas navideñas son aprovechadas para recrear un primoroso portal de Belén.
Si aún tenemos ganas de conocer más lugares interesantes de Peal, es fundamental una visita al Embalse del Puente de la Cerrada, entre Torreperogil y Peal, que forma parte del Paraje Natural del Alto Guadalquivir, donde la vegetación y la fauna se han apoderado prácticamente del humedal artificial y han creado un entorno naturalizado de una importancia ecológica importante.
Sobran los motivos para visitar esta milenaria ciudad, que aún guarda infinidad de secretos por descubrir...
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