Vivimos en una provincia que a sido habitada por el hombre desde hace milenios.
El que en Jaén existan muchas sierras y montañas de origen calcáreo, que guardan multitud de oquedades, cuevas y abrigos, llevo a los hombres prehistóricos a encontrar en nuestra tierra, un lugar ideal para iniciar sus andanzas.
Hoy nos vamos al Parque Natural de Sierra Magina, a la pequeña localidad de Jimena, para encontrarnos con uno de esos lugares escogidos por los primitivos jaeneros, para vivir, refugiarse y es muy posible, que incluso para adorar a sus dioses.
Jimena, es una de las puertas de entrada al Parque Natural, que conserva aun, un marcado aire medieval en sus callejas y los restos de lo que fuera su castillo.
Para llegar a la Graja, debemos caminar hasta llegar a las afueras de Jimena, donde se alza el Santuario de Cánava, construido en honor de la Virgen de los Remedios.
En este lugar, donde se reunen los jimenenses al estar rodeado de arboledas y varias fuentes que invitan al sosiego y al descanso, podremos hallar al ermitaño que cuida el santuario, que al mismo tiempo es "el guardián" de la llave de la cueva que nos dará las indicaciones pertinentes para nuestro viaje al pasado.
Partiendo desde este aquí, pasaremos por Pinar de Cánava, un Monumento Natural formado por un bosque de Pinos Carrascos con mas de 200 años de historia, donde se inicia el sendero señalizado.
Conforme vayamos ascendiendo, las formaciones rocosas que nos van asaltando en el camino, nos muestran
curiosas formaciones, quizás sea nuestra imaginación, o quizás sea la mia...pero para mi, conforme ganamos altura en nuestro camino, me da la sensación de encontrarme con rocas talladas a modo de menhires, y de oquedades excavadas en la roca a modo de corrales para el ganado.
El entorno de la cueva, esta protegido por una valla para evitar actos vandálicos y expolio.
Tras una caminata, en la que podremos disfrutar de impresionantes vistas, de una parte de la Sierra, junto a las lomas pobladas de olivares, donde se asoman las siluetas de Úbeda y Baeza, llegamos a la Cueva. Allí descubrimos primero, que mas que una cueva es un abrigo rocoso y sin darnos apenas cuenta nos topamos con sus milenarias pinturas rupestres.
En las pinturas de la Cueva de la Graja, aparecen figuras humanas esquematizadas algunas de ellas con unas extrañas cabelleras que dan la sensación de representar "auras", además de representaciones de animales y unos singulares "deidades" formadas por ojos radiantes.
Además de estas pinturas, el hecho de que esta caverna-santuario tenga el nombre de Graja, nos puede llevar a pensar también, que el nombre esta relacionado con las antiguas creencias de que las Grajas o Cuervos, eran los portadores del conocimiento y una forma de enlace con seres superiores.
Estamos por tanto, en otro de esos lugares mágicos de Jaén escogidos por los hombres del neolítico, para contactar con ...¿quien sabe? ¿energias?
Sin duda, un lugar muy necesario por conocer y valorar, para entender quienes somos hoy en día y de donde vinimos.
Hace unos dias descubrí tu blog y me ha gustado mucho, es muy interesante lo que haces, y nos ayuda a conocer mejor la infinidad de bonitos lugares que tenemos en nuestra provincia.
ResponderEliminarEnhorabuena!
Saludos!! Me alegran mucho tus palabras! gracias por visitarme y por tu comentario amigo!
Eliminarun abrazo grande!
Como bien dices en tu relato, ahí lugares muy bien conservados y muy bonitos como la entrada que nos muestras hoy.Un saludo.
ResponderEliminarGracias a ti siempre por tu comentario!
Eliminar